miércoles, 18 de mayo de 2016

H 143

                                                                                             G.G.



Lluvia de flores
de la pérgola cuelga
cascada blanca.

martes, 17 de mayo de 2016

H 142

                                                                                           G.G.



En la hondura
plátano centenario,
juego de niños.

miércoles, 11 de mayo de 2016

H 141

                                                                                              G.G.


Puente de roca
el Salto del Caballo
mirador al mar.

Les Bienfaits de la Lune. (Las bendiciones de la Luna)



                                                                                           G.G.


Fragmento del poema "Les Bienfaits de la Lune" de Charles Baudelaire.

LES BIENFAITS DE LA LUNE

"La Lune, qui est le caprice même, regarda par la fenêtre pendant que tu dormais dans ton berceau, et se dit:«cette enfant me plaît.»
Et elle descendit moelleusement son escalier de nuages et passa sans bruit à travers les vitres. Puis elle s'étendit sur toi avec tendresse souple d'une mère, et elle déposa ses couleurs sur ta face. Tes prunelles en sont restées vertes, et tes joues extraordinairement pâles. C'est en contemplant cette visiteuse que tes yeux se sont bizarrement agrandis; et elle t'a si tendrement serrée à la gorge que tu en as gardé pour toujours l'envie de pleurer."


LAS BENDICIONES DE LA LUNA.

La Luna, caprichosa, miró por la ventana mientras dormías en tu cuna, y pensó: «esta pequeña me gusta.»
Y bajó suavemente por su escalera de nubes y se coló sin ruido a través de los cristales. Luego se tumbó sobre ti con el ágil ternura de una madre, y depositó sus colores sobre tu rostro. Desde entonces tus pupilas se han quedado verdes y tus mejillas extraordinariamente pálidas. Fue al contemplar esa visitante que de manera extraña tus ojos se agrandaron; y ella te apretó tan tiernamente la garganta que has conservado para siempre las ganas de llorar.

viernes, 6 de mayo de 2016

VIDAS SINCRONIZADAS

Fotografía de Vincent Bourilhon


Como cada viernes Fernando Vicente (ElBicNaranja) nos invita a escribir una historia; hoy inspirada en la fotografía de Vincent Bourilhon.




VIDAS SINCRONIZADAS


Era al amanecer cuando más se sentía inspirado para escribir poemas de amor. Le pedía a la enfermera que levantara las persianas y que enderezara su cama para poder contemplar la salida del sol. Luego cogía papel y boli y empezaba a escribir. En su mente se dibujaba siempre la misma imagen de una chica yendo a su encuentro.
Ignoraba que en la habitación contigua, una joven muy parecida a la de su sueño pedía el mismo favor a la enfermera. Esa última, al cerrar la puerta, comentaba: «¡Vaya par de dos!»

martes, 3 de mayo de 2016

REGRESO A MUNDAKA

Ilustración de Paloma Casado



Mi aportación a ENTC (Esta Noche Te Cuento).
Tema: el océano

REGRESO A MUNDAKA


No fue por casualidad que le gustara tanto el mar; a su madre le encantaba pasear por la playa y bañarse en las aguas frescas del Cantábrico. Nadie se extrañó el día que  dio a luz sobre la arena.
El chaval aprendió a nadar a la vez que a caminar y al poco tiempo se mantenía erguido en una  tabla de surf. Ese pedazo de madera le iba a acompañar gran parte de su vida en su periplo alrededor del mundo, buscando olas gigantes y compitiendo en distintos torneos, desde Hawái, pasando por California, Australia y Sudáfrica donde el Atlántico planta cara al océano Índico.
Su sueño era no llegar a viejo y, a poder ser, que una supertubo fuera su sepultura. Pero no siempre los sueños se hacen realidad; allí le tenéis detrás de la barra del chiringuito, pelo cano y barba blanca, rostro curtido de viejo marino. 
No fue una ola que le aparto del surf, un simple accidente de coche le dejo fuera de circuito. 

POBRE NIÑA RICA

                                    Obra de Beau Frank



Esta es la historia que me ha inspirado la obra de Beau Frank que nos propone Fernando Vicente para Viernes Creativo.

https://elbicnaranja.wordpress.com/2016/04/29/viernes-creativo-escribe-una-historia-139/comment-page-1/#comment-5060



POBRE NIÑA RICA


Cuando pienso en aquellos años no logro recordar del todo su rostro. Siempre se mezcla con la imagen del camino que llevaba a la playa desde el camping. Eso sí, era rubio con ojos claros y solía bajar pronto por la mañana con su tabla de surf. Allí se juntaba con otros jóvenes.
Yo, sentada en mi silla de ruedas les observaba desde la terraza de mi casa. Chicos y chicas, guapos y tostados por el sol, pasaban el día bañándose, surfeando, jugando a voleibol. Se quedaban hasta el atardecer; entonces uno de ellos traía su guitarra y empezaba a tocar. Cuánto disfrutaba viéndolos divertirse y saborear el verano. Yo me conformaba con poder sentir la brisa del mar, la cara protegida con una pamela para que el sol no dañara mi piel pálida y delicada.
Los fines de semana, mi padre me bajaba a la playa y cogiéndome en brazos me acercaba al agua para que chapoteara un rato; no mucho porque enseguida me quedaba morada de frío. Al pasar delante del grupo me miraban sonriendo y me saludaban: « ¡Hola, Alicia! ¿Te quedas un rato con nosotros?» Siempre encontraba un motivo para no quedarme; en realidad no soportaba sus miradas condescendientes.
Ocurrió al final del verano; nadie entendió cómo pudo explotar el motor de la lancha que les había dejado papá. Ninguno se recuperó de las graves lesiones ocasionadas.

De Buelna a Vidiago y los Bufones de Arenillas (Asturias)

Desde el pueblo de Buelna se accede, fácilmente, caminando a su playa y al Cobijeru (complejo singular que consta de una cueva y una playa interior).

   Hacia la playa de Buelna





Playa de Buelna

















Hacia el Cobijeru













Playa del Cobijeru






Playa de Vidiago







Hacia los Bufones











Los bufones son grietas o chimeneas abiertas en la costa y conectadas con simas marinas por la que el agua del mar penetra a presión, formando surtidores de agua pulverizada. Es un verdadero espectáculo los días de fuerte marejada. Si la mar está en calma, solo pasa el aire a través los respiraderos y se oyen bufidos de más o menos intensidad.




Una sidrina asturiana en Puertas de Vidiago