sábado, 22 de octubre de 2016

Les vieux (los viejos) de Jacques Brel


           


Maravillosa interpretación de Jacques Brel. La canción fue escrita por él en 1963.             


                                                     LOS VIEJOS

Los viejos ya no hablan, o a veces con la mirada
aunque ricos son pobres, ya no viven con ilusiones y sólo tienen un corazón para dos,
su casa huele a tomillo, a limpio, a lavanda y  a palabra de antaño,
aunque vivamos en París todos vivimos en provincia cuando se vive demasiado tiempo,
de tantas risas su voz se quiebra cuando hablan del ayer
y de tanto llanto les quedan todavía lágrimas en los ojos
y si tiemblan un poco es de ver envejecer el reloj de pared
que ronronea en el salón, que se balancea entre el sí y el no, que dice: ¡os espero!

Los viejos ya no sueñan, sus libros se adormecen, sus pianos ocultos,
el gatito ha muerto, el moscatel del domingo ya no les hace cantar.
Los viejos ya no se mueven, demasiadas arrugas en sus gestos, su mundo empequeñece,
de la cama a la ventana, de la cama al sillón y al final de la cama a la cama
y si todavía salen a la calle, cogidos del brazo y trajeados
es para seguir al sol el funeral de uno más viejo o de una más fea;
el tiempo de un llanto, olvidan por una hora el reloj de pared
que ronronea en el salón, que se balancea entre el sí y el no, que dice: ¡os espero!

Los viejos no mueren nunca, un buen día se duermen y duermen demasiado,
de dan la mano, tienen miedo a perderse y sin embargo se pierden;
y el otro se queda solo, el mejor o el peor, el dulce o el grave
eso no importa, el que se queda vive un infierno;
puede que algunas veces lo vea rodeado de lluvia y de pena
cruzar el presente pidiendo perdón por no estar ya lejos,
y huir delante de vosotros por última vez del reloj de pared
que ronronea en el salón, que se balancea entre el sí y el no, que dice: ¡te espero!
que ronronea en el salón, que se balancea entre el sí y el no, y que al fin nos espera.

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