viernes, 13 de enero de 2017

DESENGAÑO

                                                                                                  Fotografía de Diane Arbus


Era un niño travieso, no paraba un instante, subido en un árbol o escondido para que le buscaran. Sus correrías le impedían engordar, aunque estuviera bien alimentado y sus rodillas eran el fiel reflejo de sus múltiples aventuras en el parque. Nunca se aburría; con un palo recreaba un duelo entre espadachines y con una granada de juguete inventaba batallas.
Se hizo mayor y junto a unos amigos se alistó en el ejército.
Agazapado en la jungla de Vietnam recuerda llorando sus juegos de niño.

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