lunes, 28 de enero de 2013

El caballo alado


                                       

Mientras suelto las pastillas en las hierbas altas, aparece la enfermera preguntándome si las he tomado todas.
- Sí, todas -  contesto.
- Muy bien, Florinda. no olvides que comemos a la una.
- Sí, me acuerdo perfectamente.
Luego, veo acercarse desde el fondo del parque la silueta del caballo alado que me suele llevar volando a mi lugar favorito.

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