miércoles, 6 de febrero de 2013

Bruna

                                                                                          Imagen sacada de Internet



Marzo 1244:
Los ojos de Bruna refulgían como el fuego, como el fuego de la hoguera que la esperaba. Erguida y serena, iba caminando con los demás cátaros por no haber renunciado a su fe.
Recordaba el asedio sufrido durante meses en el castillo de Montségur, en lo alto de la montaña. Cuanto más se acercaba al fuego, más brillaban sus ojos. No tenía miedo, pues iba a encontrarse con el Padre y atrás dejaba este mundo de sangre y fuego.
Además, regresaría...
En las noches de tormenta, suele aparecer una Dama Blanca cerca de las ruinas del castillo. Baila y canta canciones tristes. Dicen que en la zona del “Prat del Cremats” se puede percibir una energía poderosa … son las almas de los que allí perecieron.

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