Palma, La Ciutat como la llaman los mallorquines: su imponente Catedral (La Seu) donde entra la luz a borbotones a través de sus 61 vidrieras y rosetones, con su altar-baldaquín del altar mayor obra de Antoní Gaudí que realizó desde 1904 a 1914; el espectacular mural de la Capilla del Santísimo (2007) de Miquel Barceló. A su lado la Almudaina nos recuerda su pasado árabe. Un paseo por sus callejas del casco histórico nos introduce en su memoria. Luego nos dirigimos hacia la Plaça de la Llotja para llegar a Es Baluard, el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, instalado entre las murallas de la antigua fortaleza.
La Almudaina y la Seu frente a la bahía de Palma
Palacio Real de la Almudaina
Catedral de Palma (La Seu)
En el patio de la Almudania
Capilla del Santísimo
Figura fantasmagórica de Cristo Resucitado
Capilla del Santísimo
Interior de la Seu
Los Baños Árabes
Entrada a los baños árabes
Precioso patio de la Escuela de Idiomas
Bonito rincón donde charlar o descansar
Emulando al espíritu salvaje de Miró
En el Ayuntamiento sigue colgando el lazo morado del Día Internacional de la Mujer
El olivo centenario en la Plaça de Cort
Curioseando
Curioseando
Puerta de Sa Llotja
Sa Llotja y su arquitectura gótica
El huevo de piedra en una plazoleta cerca de Es Baluard
Entrada a Es Baluard
Al atardecer se recorta la figura del Castillo de Bellver
Como si nada la anciana prestaba atención a lo que comentaban los dos viejos carcamales sentados a su lado. La pagan para eso, para escuchar las conversaciones de los demás, no sea que todavía existan disidentes del régimen. Aparentemente estos dos no parecen peligrosos, piensa la mujer, solo se cuentan chistes verdes.
La mirada fija en el semáforo, Fabricio espera a que se ponga verde y arranca el coche ipso facto sin ver el muchacho que cruza en aquel instante. Mientras las batas verdes de los cirujanos intentan recomponer el cuerpo desolado del crío, Fabricio desde el puente observa las aguas verdes del río que le atraen, le atraen…