Meditabundo, el príncipe de las tinieblas, apostado a la
puerta del Infierno, espera pacientemente a que se acerquen a él los más altos
dignatarios del mundo terrestre, los más poderosos, los más avariciosos y
ambiciosos. Reflexiona en el castigo que les puede infligir y a qué círculo
enviarlos.
Mientras en la Tierra ellos, ignorando el peligro, siguen
absortos en sus errores y mentiras.
Relato inspirado en la fotografía de Christophe Jacrot que nos propone Ana Vidal para Viernes Creativo.
OTRA SARA
Al nombrar París se le empañan los ojos de lágrimas.
Recuerda su casa que tuvieron que abandonar precipitadamente, su habitación,
sus muñecas y el jardín donde se columpiaba. Nunca olvidará el día en que la
policía irrumpió en casa y se les llevaron a los cuatro, su padre, su madre, su
hermano y ella. Luego, el velódromo, el tren de mercancía y el campo de
concentración.
En un asilo de Tel Aviv, Sara, con voz temblorosa, contesta
a las preguntas que le hace una joven periodista que anota sin parar; tendrá
material para una buena novela.
Es al atardecer cuando más me gusta pasear por el parque de
atracciones abandonado. Siempre hago el mismo recorrido, empiezo cerca de la
entrada, paso delante del tiovivo, de las casetas de tiro, de la casa del
terror y de los coches de choque; al llegar a la noria me asaltan vagos
recuerdos que no consigo concretar. En mi camino voy saludando a caras
conocidas, siempre las mismas que, como yo, salen al caer la noche. A veces me
pregunto de qué las conozco, pero tampoco llego a situarlas, solo siento que
algo nos une.
Sé que no estoy viva, pero tampoco estoy muerta; no consigo
abandonar este lugar y me arrastro como alma en pena.
Roma, magnífica y asombrosa ciudad por la cantidad de monumentos históricos y vestigios que posee. En ella se aprecia perfectamente los dos grandes imperios del mundo occidental: el Imperio Romano (Coliseo, Foro Romano, Palatino...) y la Iglesia Cristiana (Basílica de San Pedro, la Ciudad del Vaticano, y las numerosas iglesias repartidas por toda la ciudad).
En 1980 fue declarada Patrimonio de la Humanidad.
Empezaremos el recorrido tomando fuerzas en una pizzería del Trastévere.
En la pizzería
Pizza al pesto
Receta de panatura
Casa del actor Alberto Sordi, en el Trastévere
Hermosa buganvilla
Puente Sisto sobre el río Tiber
A la izquierda, escalinata de Ara Coeli que sube hasta la iglesia de Santa Maria in Aracoeli. Por la rampa escalonada (La Cordonata), diseñada por Miguel Ángel se accede a la Plaza del Capitolio.
Fontana di Trevi
Panteón de Agripa. En el friso del pórtico la inscripción dice:
"Marco Agripa, hijo de Lucio, cónsul por tercera vez, (lo) hizo".
El Panteón, también llamado La Rotonda por los romanos.
En el centro de la cúpula del Panteón, única abertura del templo.
En el interior del templo se encuentra la tumba del pintor Rafael Sanzio (Raffaello).
Palazzo Madama.s. XVI. Sede del Senado de la República italiana.
Debe su nombre a Margarita de Austria, hija natural de Carlos V y de la Duquesa de Parma.
Balcón florido en la Piazza Navona
Fuente de los Cuatro Ríos en el centro de la Piazza Navona
(época barroca, 1648-1651)
Fontana di Neptuno (1574), en la zona norte de la plaza.
Escalinata que sube hasta la iglesia de Trinità dei Monti
(Plaza de España)
Fontana della Barcaccia (1627), obra de Bernini, en la Plaza de España.
Plaza de España (en obras)
Castel Sant'Angelo, fue la tumba del emperador Adriano antes de que Aureliano lo convirtiera en fortaleza; luego sirvió de prisión hasta que pasó a ser propriedad del Vaticano en 1277.
Hoy es sede del Museo Nacional del castel Sant'Angelo.
Puente de Sant'Angelo. En 1669, Bernini colocó la balaustrada con las estatuas de los ángeles.
Entrada a los Museos del Vaticano
Esferas Concéntricas de Arnaldo Pomodoro,
una obra contemporánea en el Patio de la Piña
La famosa piña de bronce que da su nombre al patio en los Museos del Vaticano.
Bañera de Nerón en el Museo Capitolino
¿A quién se parece?
Estatua de amazona
La Piedad del Vaticano (Pietà. 1498) de Miguel Ángel.
En la Basílica de San Pedro
Pila de agua bendita
Guardias Suizos
En lo alto de la fachada, el Redentor y sus apóstoles.
En la fachada del Palacio Pontificio
La Basílica de San Pedro
El Moisés de Miguel Ángel, obra maestra del Renacimiento,
