Durante la guerra de los Cien Años, el Mont-Saint-Michel fue inexpugnable gracias a sus murallas y fortificaciones.
Después de la Revolución Francesa se disolvió la comunidad religiosa y hasta 1863 sirvió de prisión.
En 1874 se convirtió en monumento histórico y empezaron las restauraciones.
El Mont-Saint-Michel es, desde 1979, patrimonio mundial de la UNESCO.
El nuevo Puente Pasarela para acceder al Monte
Otra modalidad para llegar el peñasco
Al pie del Monte se aprecia las murallas y en lo alto la abadía
Es pronto por la mañana pero empieza a haber gente en la calle principal
Bajamar desde las murallas
Majestuosa se eleva la abadía por encima de las casas
Es época de mareas vivas y en bajamar el mar está a kilómetros
En la escalera que conduce a la abadía se puede ver la fila de personas esperando
Desde la terraza del oeste se aprecian los contrafuertes y la aguja neogótica del campanario erigida en 1897; sobre ella la estatua de cobre dorado de San Miguel
Ábside de la iglesia abacial. La iglesia se encuentra instalada en la cima del peñasco a ochenta metros sobre el mar y sobre una plataforma de ochenta metros
Monjes y monjas meditan antes de la misa cantada
Claustro de la abadía. Una doble fila de columnitas ligeramente desfasadas proporciona unas perspectivas cambiantes
Refectorio de la abadía
Cripta de los gruesos pilares
Esta rueda fue instalada en 1820, para subir los alimentos de los presos encerrados en la abadía transformada en prisión. Es una réplica de las ruedas utilizadas en la Edad Media
Sala de los Caballeros, donde estudiaban y trabajaban los monjes
Réplica de la estatua del arcángel que remata el campanario; tiene los atributos tradicionales, una espada y una balanza
Se han acondicionado senderos para ir paseando hasta el peñasco y aprovechar las vistas únicas sobre la Bahía del Mont-Saint-Michel
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