Fotografía: Ginette Gilart
Mi relato para ENTC (Esta noche te cuento). Tema: EPITAFIOS
DE VISITA
Cuando franqueó la verja por primera vez la sorprendió
gratamente la paz y el silencio que reinaban. Le gustaba lo que veía y oía a su
alrededor, los cipreses que se elevaban hacia el cielo, las flores que
adornaban las tumbas, el sendero de gravilla limpio de hierbajos, perfectamente
trazado, y el trinar de los pájaros, que revoloteaban de árbol en árbol. Cada
semana solía acompañar a su madre al cementerio y enseguida aprendió el camino
hacia la tumba. Mientras la mujer limpiaba la losa y cambiaba las flores del
jarrón, la niña jugueteaba entre los panteones.
— Nena, no te
alejes, enseguida nos iremos.
A menudo se encontraba con una anciana, vestida de negro,
reclinada ante una sepultura. En la lápida se podía ver el retrato de un joven
soldado custodiado por un ángel doliente. Bajo la foto, un nombre, una fecha y
un simple D.E.P. La niña se acercaba a ella, la saludaba amablemente, y la
señora le devolvía una sonrisa.
Cuando la madre
acababa su cometido llamaba a la cría:
— Nena, nos vamos, despídete de tu hermanita.
La niña, entonces, depositaba un beso en el frío mármol.
— Hasta la semana que viene, Olga.
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