Las hayas son un tanto extrañas ya que sus ramas no crecen horizontalmente, como es lo común, sino hacia el cielo, verticalmente. Esto se debe a la poda a la que fueron sometidas regularmente hace unos 50 años para obtener carbón vegetal (carboneo). También poseen una fuertes raíces a ras del suelo recubiertas de musgo; todo eso confiere al bosque un encanto especial si añadimos el riachuelo (Zubizabala Erreka) que lo atraviesa.
Un haya con las ramas bien verticales
Gruesas raíces recubiertas de musgo
El riachuelo Zubizabala Erreka atraviesa el bosque
Hongos saprófitos
Hongos saprófitos
Ramas de acebo
Gruesas raíces recubiertas de musgo
Saliendo del bosque
Moras al sol
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