Para Viernes Creativos, mi texto inspirado en la portada (de Sabotaje al montaje)del primer libro de Nacho Rubio.
Aquel verano la hormiguita se hartó de oír cantar a la
cigarra y no pegar golpe. Entonces dejó sus labores y se colocó en una esquina
dispuesta a cantar también. Y mientras el sombrero de la cigarra se llenaba de
monedas, en el suyo no caía ni tan siquiera un botón. Entristecidas de ver la
escena, sus compañeras fueron a rescatarla de aquel bochornoso ridículo:
—Anda, deja de gritar y vuelve al tajo que para cantar se
necesita tener un don y nosotras no lo tenemos, solo nos salva el trabajo
diario.
Cabizbaja la hormiguita las siguió. Al pasar delante de la
cigarra, se paró un momento ante ella, y después de echarle una moneda le dijo:
—¡Qué bien cantas! Sigue así.
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