domingo, 19 de enero de 2014

Como el fuego.

                                                                                                                                  Imagen sacada de internet



En el escenario era como el fuego. Cada paso, cada salto que daba quemaba las tablas. Como el fuego era abrasador, arrasador, resplandeciente.
Bebió la vida a grandes tragos.
Ya su nacimiento fue especial, vio la luz en el transiberiano camino a Vladivostok, entre el lago Baikal e Irkutsk ,Rusia; era el 17 de marzo de 1938 . Su madre embarazada y sus hermanas iban a reunirse con su padre, antiguo campesino reclutado por el Ejército Rojo.
Desde pequeño sintió pasión por la danza, se formó en escuelas prestigiosas y en un país donde el ballet es venerado se convertiría en héroe nacional.
Pero se sentía como pájaro enjaulado y cuando tuvo ocasión eligió la libertad quedándose en París. No volvería a ver a los suyos hasta muchos años después.
Hoy reposa en el cementerio ruso de Sainte-Geneviève-des-Bois cerca de París.
De lejos su tumba parece recubierta por una alfombra oriental que tanto amaba; en realidad es un monumento que se asemeja a un mosaico que representa un kilim oriental ( diseño de Ezio Frigerio).
Auténtico personaje de Dostoieski, nunca se curaría de la nostalgia de Rusia.

Era Rudolf Nuréyev.

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