Después
de cruzar el puente, descubrió, sin querer, en una estrecha calleja, la famosa tienda de
máscaras venecianas. Enmarcando la puerta,
un Arlequín y un Pulcinellas esperaban al visitante. La invitaron a
entrar y curiosear; centenas de antifaces colgaban de las paredes,
sobre un atril un libro esperaba ser ojeado; leyó el título: “
Eyes wide shut” de Stanley
Kubrick.
Gina: Me he leido todo lo que has publicado en el mesrazo. Pilar de Julio. Todo muy interesante y me encanta la facilidad que tienes de pasar de un tema a otro a cual más bonito. Sigue escribiendo.
ResponderEliminarUn abrazo. Pilar
Me alegro mucho, Pilar, que te guste mi blog y que seas tan fiel. Gracias.
EliminarUn abrazo.